martes, 28 de octubre de 2008

DIOS PARA NOSOTROS


REVERENCIAR A DIOS
El primer principio por el cual el hombre lleva una vida humana apropiada consiste en reverenciar a Dios. No sólo debemos adorar a Dios, sino también reverenciarlo. Reverenciar a Dios significa tenerlo en consideración y tomarlo en cuenta para todo, sin olvidarnos de que El es el maravilloso Dios que nos creó. Si estamos a punto de enojarnos, debemos reverenciar a Dios. El hecho de reverenciar a Dios nos guarda de cometer alguna maldad, y también hace que seamos conmovidos por los sufrimientos de los demás y que les mostremos misericordia y compasión.
Antes de que yo creyera en el Señor Jesús, a pesar de haber nacido en el cristianismo, nunca reverenciaba a Dios; sin embargo, desde el día de mi salvación empecé a reverenciarlo. Desde ese día, comencé a respetar a Dios y a tomarlo en cuenta para todo. Esto produjo un gran cambio en mi vida.
Temer a Dios
Reverenciar a Dios significa temer a Dios. El temor de Jehová es el comienzo del conocimiento y el principio de la sabiduría, y el conocimiento del Santísimo es entendimiento (1:7; 9:10; 15:33a). El conocimiento, la sabiduría y el entendimiento proceden de Dios, y los poseeremos al temer a Dios, reverenciándolo. Si buscamos la sabiduría como a la plata y la escudriñamos como a un tesoro escondido, entenderemos el temor de Jehová y hallaremos el conocimiento de Dios (2:4-5). El temor de Jehová es aborrecer el mal (8:13). El temor de Jehová también aumenta los días, mas los años de los impíos serán acortados (10:27). El que camina en su rectitud teme a Jehová, mas el de caminos pervertidos lo menosprecia (14:2). En el temor de Jehová está la fuerte confianza, y sus hijos tendrán refugio. El temor de Jehová es manantial de vida, que nos aparta de los lazos de la muerte (vs. 26-27). Mejor es lo poco con el temor de Jehová, que un gran tesoro donde hay turbación (15:16). Si tememos mucho a Jehová, tendremos paz.
Confiar en Dios
Reverenciar a Dios también significa confiar en El. Proverbios 3:5-8 nos exhorta a fiarnos en Jehová de todo nuestro corazón y a no apoyarnos en nuestro propio entendimiento. En todos nuestros caminos debemos reconocerlo, y El enderezará nuestras sendas. No debemos ser sabios a nuestros propios ojos; debemos temer a Jehová y apartarnos del mal. Esto será salud a nuestro cuerpo y refrigerio para nuestros huesos.
El que atiende a la palabra hallará el bien, y el que confía en Jehová es bienaventurado (16:20). En mis frecuentes viajes, a menudo Satanás me ha amenazado interiormente diciéndome que el avión en el cual viajaba se estrellaría. En tales ocasiones hablé con el Señor, diciéndole: “Señor, no estoy en un avión; estoy en Ti. Tú eres mi avión”. Esto es confiar en el Señor.
Según 3:26 Jehová será nuestra confianza, y El preservará nuestro pie de quedar preso. Probada es toda palabra de Dios; El es escudo a los que en El se refugian. No debemos añadir a Sus palabras, para que no nos reprenda y seamos hallados mentirosos (30:5-6), ni debemos cambiar Su palabra agregándole algo según nuestro punto de vista. Esto es muy peligroso.
Honrar a Dios
Reverenciar a Dios también significa honrarle. Proverbios 3:9-10 declara que debemos honrar a Jehová con nuestros bienes y con las primicias de todos nuestros frutos. Entonces serán llenos nuestros graneros con abundancia, y nuestros lagares rebosarán de mosto. Sería lamentable que nos empeñásemos en ganar dinero y acumular tesoros a fin de asegurar nuestro futuro. Antes bien, debemos dar a Dios por lo menos la décima parte de nuestros frutos, las primicias. Siempre debemos ser generosos en distribuir lo que Dios nos ha dado. Esto honra a Dios.Extracto de LSM

CRISTO ES DIOS AMEN...

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