DIOS ELIGIO
Para cumplir Su propósito eterno, Dios necesitaba crear al hombre. Pero antes de crearlo, debía elegir de entre billones de hombres a algunos para que fueran Sus hijos. Así que, antes de iniciar Su creación, Dios escogió a algunos. ¿Cómo podemos aseverar esto? La Biblia nos lo dice en Efesios 1:4: “Según nos escogió en El antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de El en amor”.
Esto quizás lo lleve a preguntarse: “¿Por qué me escogió a mí y no a otro?” El lo escogió a usted porque El así lo quiso, porque fue Su beneplácito hacerlo y no porque usted fuera bueno o estuviera muy capacitado. Este versículo también nos dice que nos escogió “en El”, en Cristo, no porque fuéramos algo en nosotros mismos.
Según lo que la Biblia llama la presciencia de Dios, Dios supo cuándo, dónde y de quién naceríamos. Romanos 9:11 presenta como ejemplo la historia de Jacob. Antes de que Jacob naciera, aún antes de que tuviera la oportunidad de hacer bien o mal, Dios lo escogió en lugar de su hermano Esaú. Lo mismo sucedió con nosotros. ¿No es esto maravilloso? La elección de Dios es la primera bendición que El nos otorgó y todos debemos estarle profundamente agradecidos.
Para cumplir Su propósito eterno, Dios necesitaba crear al hombre. Pero antes de crearlo, debía elegir de entre billones de hombres a algunos para que fueran Sus hijos. Así que, antes de iniciar Su creación, Dios escogió a algunos. ¿Cómo podemos aseverar esto? La Biblia nos lo dice en Efesios 1:4: “Según nos escogió en El antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de El en amor”.
Esto quizás lo lleve a preguntarse: “¿Por qué me escogió a mí y no a otro?” El lo escogió a usted porque El así lo quiso, porque fue Su beneplácito hacerlo y no porque usted fuera bueno o estuviera muy capacitado. Este versículo también nos dice que nos escogió “en El”, en Cristo, no porque fuéramos algo en nosotros mismos.
Según lo que la Biblia llama la presciencia de Dios, Dios supo cuándo, dónde y de quién naceríamos. Romanos 9:11 presenta como ejemplo la historia de Jacob. Antes de que Jacob naciera, aún antes de que tuviera la oportunidad de hacer bien o mal, Dios lo escogió en lugar de su hermano Esaú. Lo mismo sucedió con nosotros. ¿No es esto maravilloso? La elección de Dios es la primera bendición que El nos otorgó y todos debemos estarle profundamente agradecidos.
CRISTO ES DIOS AMEN...
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