LA VISIÓN CONCERNIENTE A DIOS, CONCERNIENTE AL PADRE, AL HIJO Y AL ESPÍRITU Y CONCERNIENTE A LA ECONOMÍA DE DIOS
En el recobro del Señor hemos recibido una visión particular, la cual está completamente basada en la revelación divina que el ministerio neotestamentario de Dios nos comunica. Ciertamente no es nada fácil presentar ante ustedes todo cuanto compone esta visión. En estos capítulos nos limitaremos a presentar, de manera breve y concisa, una síntesis de los aspectos más cruciales de esta visión que hemos recibido del Señor.
CONCERNIENTE A DIOS
En primer lugar, debemos considerar qué nos muestra esta visión con respecto a Dios. Dios es triuno. Es uno, y a la vez tres; es tres, pero sigue siendo uno. Él es tres-uno, y este Dios Triuno es el Padre, el Hijo y el Espíritu (Mt. 28:19). Los tres coexisten y moran el uno en el otro. Son tres, y sin embargo, son uno. Aunque son distintos entre sí, a la vez son uno. Nuestra mente humana es incapaz de comprender este misterio: en la Deidad, los tres de la Trinidad son distintos entre Sí y a la vez son uno.
CONCERNIENTE AL PADRE
Luego, debemos considerar qué nos muestra esta visión con respecto al Padre. El Padre es la fuente, el origen. Si bien no es necesario explicar mucho esto, sí es necesario que nosotros, en nuestra experiencia, conozcamos al Padre como el origen, la fuente de todo. Además, debemos ver que el propio Padre es triuno, y no solamente es triuno en una manera, sino en tres distintas maneras. Así pues, tanto en lo que concierne a Su propia persona como en relación con el tiempo y el espacio, el Padre es triuno.
Al referirse al primero de la Trinidad, Apocalipsis 1:4 habla de Aquel que es y que era y que ha de venir; esta última expresión —que ha de venir— también podría traducirse como Aquel que vendrá o Aquel que ha de ser. El primero de la Trinidad debe referirse al Padre, y aquí el Padre recibe este título divino. Sin lugar a dudas, tal título se basa en la revelación del Antiguo Testamento concerniente a Jehová. Este asunto está plenamente revelado en Éxodo 3 (vs. 6, 14-16). Allí Jehová, el gran Yo Soy, el Eterno, es también el Dios triuno, es decir, el Dios del padre Abraham, el Dios del hijo Isaac y el Dios del nieto Jacob. Sobre la base de Apocalipsis 1:4 y Éxodo 3 podemos ver que Dios el Padre, en lo que concierne a Su Persona, es triuno.
En segundo lugar podemos ver que el Padre es triuno en relación con el tiempo, pues en Apocalipsis 1:4 dice que Él es Aquel que es, en el presente, Aquel que era, en relación con el pasado, y Aquel que ha de venir, en relación con el futuro. Por consiguiente, podemos ver que Dios el Padre es triuno con relación al tiempo.
Finalmente, también en relación con el espacio el Padre es triuno. Probablemente ustedes no hayan reflexionado antes sobre este aspecto del Padre, pero en Efesios 4:6 dice que Dios el Padre es sobre todos, por todos y en todos. Aquí vemos tres direcciones, pues con relación al espacio, Él está sobre todos, por todos y en todos. Por tanto, podemos afirmar que Dios el Padre es triuno en relación con Su Persona, en relación con el tiempo y en relación con el espacio. Este asunto está claramente revelado en la Palabra santa y lo hemos visto. Para nosotros, estos asuntos constituyen una visión, no una doctrina.
CONCERNIENTE AL HIJO
Ya vimos algo de lo que nuestra visión nos muestra con respecto a Dios y al Padre; ahora abordaremos lo que dicha visión nos muestra en lo concerniente al Hijo, Jesucristo. Cristo es el Dios Triuno encarnado. Solíamos decir que el Hijo de Dios se encarnó para ser un hombre, pero la Biblia no usa tal expresión.
En el recobro del Señor hemos recibido una visión particular, la cual está completamente basada en la revelación divina que el ministerio neotestamentario de Dios nos comunica. Ciertamente no es nada fácil presentar ante ustedes todo cuanto compone esta visión. En estos capítulos nos limitaremos a presentar, de manera breve y concisa, una síntesis de los aspectos más cruciales de esta visión que hemos recibido del Señor.
CONCERNIENTE A DIOS
En primer lugar, debemos considerar qué nos muestra esta visión con respecto a Dios. Dios es triuno. Es uno, y a la vez tres; es tres, pero sigue siendo uno. Él es tres-uno, y este Dios Triuno es el Padre, el Hijo y el Espíritu (Mt. 28:19). Los tres coexisten y moran el uno en el otro. Son tres, y sin embargo, son uno. Aunque son distintos entre sí, a la vez son uno. Nuestra mente humana es incapaz de comprender este misterio: en la Deidad, los tres de la Trinidad son distintos entre Sí y a la vez son uno.
CONCERNIENTE AL PADRE
Luego, debemos considerar qué nos muestra esta visión con respecto al Padre. El Padre es la fuente, el origen. Si bien no es necesario explicar mucho esto, sí es necesario que nosotros, en nuestra experiencia, conozcamos al Padre como el origen, la fuente de todo. Además, debemos ver que el propio Padre es triuno, y no solamente es triuno en una manera, sino en tres distintas maneras. Así pues, tanto en lo que concierne a Su propia persona como en relación con el tiempo y el espacio, el Padre es triuno.
Al referirse al primero de la Trinidad, Apocalipsis 1:4 habla de Aquel que es y que era y que ha de venir; esta última expresión —que ha de venir— también podría traducirse como Aquel que vendrá o Aquel que ha de ser. El primero de la Trinidad debe referirse al Padre, y aquí el Padre recibe este título divino. Sin lugar a dudas, tal título se basa en la revelación del Antiguo Testamento concerniente a Jehová. Este asunto está plenamente revelado en Éxodo 3 (vs. 6, 14-16). Allí Jehová, el gran Yo Soy, el Eterno, es también el Dios triuno, es decir, el Dios del padre Abraham, el Dios del hijo Isaac y el Dios del nieto Jacob. Sobre la base de Apocalipsis 1:4 y Éxodo 3 podemos ver que Dios el Padre, en lo que concierne a Su Persona, es triuno.
En segundo lugar podemos ver que el Padre es triuno en relación con el tiempo, pues en Apocalipsis 1:4 dice que Él es Aquel que es, en el presente, Aquel que era, en relación con el pasado, y Aquel que ha de venir, en relación con el futuro. Por consiguiente, podemos ver que Dios el Padre es triuno con relación al tiempo.
Finalmente, también en relación con el espacio el Padre es triuno. Probablemente ustedes no hayan reflexionado antes sobre este aspecto del Padre, pero en Efesios 4:6 dice que Dios el Padre es sobre todos, por todos y en todos. Aquí vemos tres direcciones, pues con relación al espacio, Él está sobre todos, por todos y en todos. Por tanto, podemos afirmar que Dios el Padre es triuno en relación con Su Persona, en relación con el tiempo y en relación con el espacio. Este asunto está claramente revelado en la Palabra santa y lo hemos visto. Para nosotros, estos asuntos constituyen una visión, no una doctrina.
CONCERNIENTE AL HIJO
Ya vimos algo de lo que nuestra visión nos muestra con respecto a Dios y al Padre; ahora abordaremos lo que dicha visión nos muestra en lo concerniente al Hijo, Jesucristo. Cristo es el Dios Triuno encarnado. Solíamos decir que el Hijo de Dios se encarnó para ser un hombre, pero la Biblia no usa tal expresión.
CRISTO ES DIOS AMEN...
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