jueves, 3 de julio de 2008

ACOMPAÑAR EL MOVER DE DIOS


Hacia donde el espíritu les movía que anduviesen, andaban; hacia donde les movía el espíritu que anduviesen, las ruedas también se levantaban tras ellos; porque el espíritu de los seres vivientes estaba en las ruedas" (Ez 1:20)
Acompañar el mover de Dios
Mateo 3:11 dice: "Yo os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, a quien yo no soy digno de llevarle las sandalias, es más fuerte que yo; Él os bautizará en el Espíritu Santo y fuego". Una manera de interpretar esta porción es que si alguien recibe al Señor Jesús, Él lo bautizará en el Espíritu Santo, pero si no Lo recibe será bautizado en fuego, es decir, en el lago de fuego. Sin embargo, el versículo 11 no dice: "Él os bautizará en el Espíritu Santo o en el fuego", sino que dice "os bautizará en el Espíritu Santo y fuego". Por eso Pedro nos dice que no debemos sorprendernos del fuego de prueba que nos ha sobrevenido pues el Señor así lo determinó (1 P 4:12).
El Señor usa todas las situaciones para quemarnos, incluyendo a nuestro cónyuge, hijos, hermanos en la vida de la iglesia, compañeros de la escuela y en el trabajo. Estas situaciones vienen a remover las impurezas que aún están en nosotros. Por eso, no nos sorprendemos, por el contrario, debemos decir: "¡Esta es la gracia de Dios!". No es algo extraño ni negativo, sino algo que produce resultados positivos: es la gracia que llega hasta nosotros.
En la vida de la iglesia pasamos por estas pruebas, para así entrar en la próxima era y reinar juntamente con el Señor Jesús. Sin embargo, algunos no reinarán porque sus impurezas aún no fueron totalmente removidas por el fuego. De cualquier manera, al pasar por el tribunal de Cristo, será evidente cuánto de nuestra alma fue transformada. Cuando nos enfrentamos con el fuego pensamos que es algo negativo, algo como un castigo. Por eso, al leer el pasaje de Primera de Pedro tememos y lo rechazamos. Pero después de esta luz ya no podemos rechazar el fuego que viene sobre nosotros, pues es algo necesario para que seamos refinados y purificados.
Cuando somos purificados con el fuego, llegamos a ser personas que tienen fuego dentro de sí. Es decir, tenemos este fuego para practicar el mover de Dios. Ezequiel 1 nos habla del mover de Dios, descrito allí por la rueda que siempre avanza (vs. 15-21). El Señor nos ha llevado a estar en Su mover y siempre acompañarlo. De esta manera recibimos Su comisión: ser fructíferos, multiplicarnos, llenar la tierra y sojuzgarla y dominarla. Para ello es imposible apreciar sólo la Palabra de manera doctrinal. Por el contrario, somos alentados a practicarla y a cumplir nuestra comisión. El Señor realmente nos eligió de manera muy especial y quiere que acompañemos Su mover. Cuando Lo acompañamos, Dios avanza y nosotros avanzamos juntamente con Él. Esta es la gran rueda del mover divino.
Punto Clave: Refinados y purificados
Pregunta: ¿Qué diferencia hay al interpretar Mateo 3:11 con "y" o con "o"?
Jesus es el Senor!

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