lunes, 7 de julio de 2008

EL GOBIERNO UNIVERSAL DE DIOS


EL GOBIERNO UNIVERSAL DE DIOS
No resulta fácil determinar cuál es el tema central de 1 Pedro. Aun si usted lee muchas veces 1 y 2 Pedro, le será difícil precisar el tema central de estas epístolas. Pedro es también muy particular al respecto. Él nos habla de cierto asunto, pero no nos provee ningún término que lo describa.
En ambas epístolas, Pedro trata el tema del gobierno universal de Dios. De hecho, estos dos libros nos hablan del gobierno universal de Dios. Como hemos visto, Mateo nos habla acerca del reino. No debemos pensar que el gobierno y el reino significan lo mismo. No, el reino es una cosa, y el gobierno es otra. Un país o una nación tiene un gobierno. No obstante, el gobierno no es la nación en sí, sino más bien el centro administrativo de la nación. Por ejemplo, el gobierno localizado en Washington, D. C., es el centro administrativo de Estados Unidos. Si bien Mateo nos presenta el reino, en dicho libro no se nos habla del gobierno. Son los escritos de Pedro los que nos hablan del gobierno de Dios.
Marcos nos presenta el servicio; Lucas, la salvación; y Juan, la vida. Por consiguiente, en los cuatro Evangelios encontramos el reino, el servicio, la salvación y la vida, pero no encontramos el gobierno divino. Así que, Pedro en sus epístolas suple esta carencia al revelarnos el gobierno universal de Dios.
La esfera del gobierno de Dios abarca todo el universo. Sabemos esto porque Pedro nos habla de los cielos nuevos y la tierra nueva. Esto indica que el gobierno de Dios es universal. Finalmente, en la eternidad futura, todo estará en armonía y en buen orden, porque en los cielos nuevos y en la tierra nueva reinará la justicia. Hoy en día, en la tierra imperan la injusticia y el desorden. Con todo, Dios aún ejerce Su gobierno en el cielo y en la tierra.
Dios gobierna al ejecutar Su juicio. Ésta es la manera en que Dios ejerce Su gobierno. Soy una persona de avanzada edad y, como tal, he estado estudiando y observando por mucho tiempo la situación mundial; por eso, sencillamente no puedo hacer otra cosa que postrarme ante Dios. Él es quien gobierna, y Él gobierna ejecutando Sus juicios. Dios juzgó a Hitler, a Stalin y a otros malhechores. Por una parte, Dios toleró, en cierta medida, que ellos hicieran ciertas cosas que contribuyeron a Su propósito, como el hecho de que Hitler hubiera masacrado a tantos judíos, ya que esto hizo que ellos se unificaran. No obstante, Dios juzgó a tales hombres.
En 1 y 2 Pedro encontramos un relato del juicio de Dios. Dios juzgó la tierra por medio del diluvio y más tarde juzgó a Sodoma y Gomorra. La historia del juicio de Dios también incluye el juicio que Él trajo sobre los hijos de Israel en el desierto. Durante los años que anduvieron vagando, los hijos de Israel experimentaron el juicio de Dios una y otra vez. A excepción de Josué y Caleb, todos los que salieron de Egipto, incluyendo a Moisés, Aarón y María, murieron en el desierto bajo el juicio de Dios. Además, la Biblia nos dice que Dios hizo que los miles que desobedecieron quedaran postrados en el desierto. Ésta fue la manera en que Dios ejerció Su juicio.
No debemos pensar que Dios juzga solamente a malhechores, tales como Hitler y Stalin. Dios también juzga a Su propio pueblo. Según 4:17, el juicio gubernamental de Dios comienza por Su propia casa: “Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios?”. Esta palabra se refiere al gobierno de Dios.
¿Con qué propósito ejerce Dios Su juicio gubernamental? Dios juzga a fin de depurar el universo que Él creó. Dios creó el universo para que cumpliera un propósito muy positivo, pero Satanás intervino y lo contaminó. Ahora, Dios está depurando el universo por medio de Sus juicios. Él está realizando una limpieza completa de todo el universo. Finalmente, el universo vendrá a ser nuevo. ¿Sabe usted cuál es el significado principal de los cielos nuevos y la tierra nueva mencionados en 2 Pedro 3? El significado es que ello alude a la novedad del universo de Dios.
Dios no está dispuesto a vivir ni a morar en un lugar que esté inmundo. Ésta es la razón por la cual Dios está depurando y purificando el universo. Primero Él nos purifica a nosotros, Su casa. Es aquí donde Dios ahora concentra Su obra de purificación. Probablemente usted en ocasiones se haya preguntado: “¿Por qué será que cuanto más amo al Señor Jesús, más dificultades me sobrevienen? A mis familiares les va bien en todo y en todo prosperan. En cambio, mi situación parece empeorar cada vez más”. Algunos santos tienen problemas de salud, mientras que otros no saben qué hacer con sus hijos. La razón por la cual experimentamos tantas dificultades es que el juicio de Dios comienza por Su propia casa. Usted y yo estamos bajo el juicio de Dios.
La razón por la cual se escribieron las dos epístolas de Pedro, y en especial la primera, fue que los creyentes judíos que habían sido dispersados, estaban sufriendo persecución. Ellos estaban pasando por una prueba de fuego. Pedro comparó esta persecución con el fuego de un horno. Debido a que los creyentes estaban turbados y quizás comenzaban a dudar, Pedro les escribió para darles algunas instrucciones y también para consolarlos. En 5:10 él dice: “Mas el Dios de toda gracia, que os llamó a Su gloria eterna en Cristo Jesús, después que hayáis padecido un poco de tiempo, Él mismo os perfeccione, confirme, fortalezca y cimiente”. Aquí Pedro parecía decirles a los creyentes que no debían dudar, ya que era Dios quien los estaba perfeccionando. De la misma manera en que se cortan las piedras para que puedan ser acopladas y formar parte de un edificio, también es necesario que nosotros seamos “cortados” a fin de ser perfeccionados, confirmados, fortalecidos y cimentados. Pedro escribió esto para confortar a los santos que estaban sufriendo y siendo perseguidos; su deseo era mostrarles que todos ellos estaban bajo el gobierno de Dios. Dios ejerce Su gobierno primeramente sobre Sus propios hijos.
Por consiguiente, el tema de 1 Pedro es: La vida cristiana bajo el gobierno de Dios. El tema de 2 Pedro es un poco diferente; dicho tema es: La provisión divina y el gobierno divino. Pedro nos muestra en su segunda epístola que Dios no sólo ejerce Su gobierno sobre nosotros, no sólo rige sobre nosotros, sino que además nos provee todo lo que necesitamos. Dios nos provee de todo lo necesario para que podamos llevar una vida santa, una vida cristiana, bajo Su gobierno.

CRISTO ES DIOS

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