jueves, 29 de mayo de 2008

Alimento diario 27 de mayo


La vida y la naturaleza de Dios – Las epístolas de Pedro
Semana 2 --- Los elegidos
Martes --- Leer con oración: Mr 16:16; Ro 6:5-6; 14:1-5, 10, 13-16
“Un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos” (Ef 4:4-6)
La base para recibir a los hermanos
La base para recibir a los santos es Efesios 4, donde están descritos los siete “unos”: “Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados, con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz” (vs. 1-3). Entre los cristianos puede haber diferencias, pero debemos ser solícitos en guardar la unidad en estos siete puntos: un solo Cuerpo, un solo Espíritu, una sola esperanza, un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos (vs. 4-6). Guardando estos siete “unos”, preservamos la unidad del Espíritu, pues sólo en el Espíritu podremos guardarla.
Cuando Pablo conducía a los gentiles les habló acerca de recibir: “al débil en la fe, pero no para contender sobre opiniones. Porque uno cree que se ha de comer de todo; otro, que es débil, come legumbres. El que come, no menosprecie al que no come, y el que no come, no juzgue al que come; porque Dios le ha recibido. ¿Tú quién eres, que juzgas al criado ajeno? Para su propio señor está en pie, o cae; pero estará firme, porque poderoso es el Señor para hacerle estar firme. Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente” (Ro 14:1-5). Cada persona tiene su propio punto de vista, debido a que tiene un pasado diferente, sin embargo, todos tenemos que guardar los siete “unos”.
Al salir a la obra de expansión hemos contactado a varios grupos cristianos. Es suficiente que estemos en los siete “unos” para que los recibamos. Si tienen prácticas diferentes, eso es otro asunto. No vamos a discutir con relación a prácticas o maneras de interpretación de la Biblia, ni mucho menos a criticarlos, aunque haya ataques y difamaciones. Por el contrario, debemos dar gracias al Señor y tener muy en cuenta lo que Pablo habló correctamente con relación a la verdad.
De acuerdo con la ayuda que Pablo nos dejó en su epístola a los Romanos, no debemos juzgarnos los unos a los otros (v. 10), pues todos compareceremos delante del tribunal de Cristo. Por eso no critiquemos ni despreciemos a nadie que haga las cosas de manera diferente. Sólo abramos nuestro corazón y mantengámoslo ensanchado como el de Dios a fin de acoger a los que Él acogió basado en los siete “unos”.
A la luz de esa experiencia podemos resumir los siete “unos” de Efesios 4:4-6 de la siguiente manera: en cuanto al Padre, todos tenemos un solo Dios, que es el Padre de todos; y en cuanto al Hijo, tenemos un solo Señor, que es el Hijo de Dios; en cuanto al Espíritu, recibimos un solo Espíritu. De esta manera, tenemos al Dios Triuno, al Padre, al Hijo y al Espíritu. También tenemos una sola fe, pues recibimos al Señor Jesús. Esta fe nos dio condiciones para que fuésemos bautizados (Mr 16:16). El bautismo representa la sepultura del viejo hombre (Ro 6:5-6). Él también nos introdujo en un solo Cuerpo, que es la iglesia (1 Co 12:13). Tenemos también una sola esperanza. Cada uno de nosotros debe guardar los siete “unos”, sin sobrepasarlos ni dejar que falte algunos de ellos.
Punto Clave: Guardar la unidad del Espíritu
Pregunta: ¿Qué relación existe entre Efesios 4 y Romanos 14?

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