miércoles, 18 de junio de 2008

EL MANÁ 2


Al descubrir los hechos bíblicos se recibe luz

2 Timoteo 3:15-16 Y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. Toda la Escritura es dada por el aliento de Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia.

Salmos 119:169 Llegue mi clamor delante de ti, oh Jehová;/Dame entendimiento conforme a tu palabra.


La Biblia contiene muchos hechos o realidades de índole espiritual. Si los ojos internos están cerrados, no podremos ver tales hechos; pero cuando descubrimos los hechos bíblicos, la mitad de la luz contenida en la Palabra de Dios estará a nuestra disposición. La iluminación de Dios no es otra cosa que Su resplandor sobre los hechos que constan en Su Palabra. Identificar tales hechos es la mitad de nuestra labor requerida al leer la Biblia y debe ser lo primero que debemos hacer al estudiarla.

Por ejemplo, la ley de la gravedad es un hecho, una realidad. Esta existía mucho antes de que naciese Isaac Newton, pero por miles de años nadie la había descubierto. Un día Newton, mientras estaba durmiendo bajo un árbol y al darse cuenta de que una manzana le cayó encima, descubrió la ley de la gravedad. La existencia de los hechos es incuestionable. La pregunta es si hemos logrado descubrir tales hechos.

Lo primero que tenemos que hacer es identificar los hechos, luego memorizarlos, analizarlos, clasificarlos y compararlos. Sólo entonces recibiremos la luz del Señor. De este modo, seremos abastecidos y podremos abastecer a otros. Así seremos nutridos y podremos nutrir a los demás.

No hay comentarios: