miércoles, 18 de junio de 2008

EL MANÁ 3


Las diferentes maneras de venir a la Palabra de Dios

Salmos 119:9 ¿Con qué limpiará el joven su camino?/ Con guardar tu palabra.

Salmos 119:148 Se anticiparon mis ojos a las vigilias de la noche, / Para meditar en tus mandatos.

Efesios 6:17 Y recibid el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, el cual es la palabra de Dios; con toda oración y petición orando en todo tiempo en el espíritu, y para ello velando con toda perseverancia y petición por todos los santos.

Debemos dividir nuestra lectura de la Biblia en dos períodos diferentes y debemos tener dos ejemplares, uno para cada ocasión. La primera lectura puede hacerse en la mañana, y la otra en la tarde. Ambas lecturas también pueden hacerse temprano en la mañana, leyendo de una manera en la primera mitad del tiempo, y leyendo de otra manera el resto del tiempo. Nuestra lectura de la Biblia debe dividirse en dos períodos. En la mañana o en la primera sesión de nuestra lectura matutina, debemos meditar, alabar al Señor y orar mientras leemos la Biblia, combinando nuestra lectura con meditación, alabanza y oración. En este período recibimos el alimento espiritual y nuestro espíritu es fortalecido. No lea mucho durante esta sesión, tres o cuatro versículos son suficientes. Sin embargo, en la tarde o en la segunda sesión de la lectura matutina, debemos dedicar más tiempo a la lectura de la Biblia, pues lo hacemos con el propósito de aprender más de la Palabra de Dios.

Si es posible, debemos tener dos Biblias. La Biblia que usamos en el primer período puede contener fechas que indiquen ciertos versículos especiales, cierto acuerdo que hemos establecido con el Señor o alguna experiencia especial que tuvimos en ese día. La Biblia que usamos en el segundo período es para beneficio de nuestro entendimiento y en ella debemos tomar nota de todos los hechos espirituales que hayamos logrado identificar y de la luz que hayamos recibido.

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